Algunos de los signos de sospecha de consumo podrían ser:
1. Aumento de la necesidad de dinero, traducido en:
- Pedir dinero a la menor oportunidad y recogerlo en el menor descuido.
- Cambiar objetos de valor con sus hermanos y compañeros.
- Gastar las sobras de la compra.
- Acudir a parientes, abuelos, tíos, etc. con necesidades urgentes de dinero a cambio de hacer algo.
- Inventar necesidades urgentes para sus estudios, como material escolar.
2. La búsqueda incesante de proveedores se manifiesta en:
- Salidas repentinas y a deshora.
- La pérdida de los compañeros con quienes acostumbraba a salir.
- Estar siempre pendiente del teléfono.
- Llegar a casa a altas horas de la madrugada.
- Intentar eludir a compañeros y/o amigos que puedan advertir el problema.
- Esconder objetos y utensilios en lugares recónditos de la casa.
3. El joven modificará su comportamiento:
- Discutirá con sus familiares respecto a las normas de convivencia establecidas en la familia.
- Se mostrará cada vez más reservado con sus propias cosas.
- Se relacionará menos con la familia, perdiendo los canales de comunicación.
- Tendrá cambios de humor bruscos: lo mismo está simpático, agradable y atento que se muestra suspicaz y agresivo.
- No podrá conciliar el sueño.
- Descuidará su aspecto personal.
- Se configurará en un gran manipulador de la familia, buscando todas la situaciones que le conduzcan al consumo.